Después de unas semanas de mucho trabajo, hoy he decidido hacerme un regalo: un baño de sensaciones. Me he ido a la playa de Ereaga, cerquita de casa, me he descalzado en el coche y allí ha empezado mi baño sensorial.

He empezado a sentir el duro asfalto en mis pies descalzos, su temperatura y aspereza, hasta que he llegado a la arena seca, una sensación mucho más placentera, cálida y suave, con diferentes rugosidades y formas, que obligaban a mis tobillos a adaptarse.

He seguido paseando hasta la orilla, hasta el mar y me he sentido en casa, una sensación agradable debido a mi conexión con el agua. La orilla ha sido un baño salvaje de sensaciones, la temperatura del agua, la arena dura cuando se va la ola y la arena muy blanda debajo del agua, el cosquilleo de la espuma de las olas en mis piernas, alguna concha que me ha pinchado el pie…

A su vez notaba la calidez del resol en mis piernas, brazos y cara. La suave brisa y alguna gotita de la lluvia que a veces me acompañaba. Es una sensación muy agradable solo estar atenta a sentir donde caen las gotas de lluvia en tu cuerpo, una en el brazo izquierdo, otra en la mejilla, otra en la mano derecha…

Podía bañarme en sonidos muy diversos, el sonido de las olas al romper, el de la brisa, algún mensaje que ha sonado por megafonía, varios aviones a lo lejos, que me han hecho pensar ¿Dónde irán? Como me gusta viajar… Me he distraído. Que bien que me he dado cuenta, así puedo volver a mis sensaciones…vuelvo a centrar mi atención en el sonido de las olas al romper, parece que hacen un ritmo constante, dos cortas una más larga.

La vista me hacía muchísimos regalos en forma de sensaciones, la agradable vista del puerto viejo, me he dado cuenta de lo naranjas que son los socorristas, la gran variedad de conchas que hay en la playa y la sensación de tranquilidad y calma que me transmiten los pescadores en sus pequeñas barquitas.

El olfato no me ha acompañado hoy mucho, sus razones tendría.

Me he cruzado con una pareja, un chico joven y una señora mayor con dificultades para andar y he pensado que imagen más bonita, cuanto amor…y entonces he sido consciente que me había distraído de nuevo, que bien, decido que quiero seguir sintiendo, no pensando.

Pasado un ratito he decidido sentarme en la arena, notar su calidez en mis piernas y cómo iba preparada, he decidido bañarme en las sensaciones que me traslada el gusto. He cogido el pequeño puñado de cerezas que llevaba y primero las he observado, casualmente son del mismo color que las uñas de mis pies, brillan en el sol y hacen un gran contraste con las conchas. He cogido una y la he tocado suavemente, percibiendo su textura y su temperatura y la he metido en mi boca, nunca había sido consciente de lo grande que puede resultar una cereza en la boca. La he movido por mi boca, notando lo que resbala con su piel tan lisa por mi boca y cuando he decidido, la he mordido. Primero suave para notar esa explosión de sabor dulce que se siente en el primer mordisco, para luego morderla entera, despacio, disfrutando de cada sensación y siendo consciente que la carne tiene muchísimo sabor y la piel, casi ninguno. Con un puñado me ha bastado, he comido de manera consciente, disfrutando de cada sensación, también de la sensación de que ya era suficiente.

Y en ese mismo momento me he dado cuenta de un mensaje que llevará allí años y no lo había visto nunca ¡DESPIERTA! Que bien me ha venido. Despierta tus sentidos, no dejes que se duerman. A medida que nos vamos convirtiendo en adultos prestamos muchísima más atención a nuestros pensamientos que a nuestras sensaciones y las sensaciones son la que nos llevan a disfrutar de cada momento…y ¿no es eso la felicidad?, ¿poder disfrutar de cada momento agradable, ser conscientes de ellos y de que se repiten con frecuencia?

Estas sensaciones puestas aquí “negro sobre blanco” quiero que sean un pequeño homenaje a todas las personas que me han acercado al Mindfulness, con sus enseñanzas, con sus comentarios, con su presencia o con lo que me han hecho sentir. Gracias Nuri, Roberto, Elisenda, Joost, Eline, Jose Luis, Carola, Katy, Irune, María, Yolanda, Sole, Fernando, Manuel, Isabel, Pili, Busy…

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