Hoy una compañera me decía: “Berta, me cuesta explicar la diferencia entre el Pilates y el Yoga a las personas que me preguntan por los dos servicios”. Y le he dicho “no me extraña y mucho más en mis clases, en las que integro un poco todo”.
Habrá tantas explicaciones como personas y según cada escuela, cada vida, cada momento incluso, creo que puede variar, yo lo suelo explicar así:
Para mí el Pilates trabaja fundamentalmente el control corporal y la fuerza, con un claro componente de conciencia corporal y de biomecánica. Intentando cambiar patrones de movimiento que son incorrectos y pueden ser lesivos.
El Yoga trabaja más la flexibilidad, la aceptación a tus límites y la conexión contigo mismo y con lo que te rodea, desde una perspectiva de que cuerpo y mente son uno.
En las dos trabajas la atención, la concentración, el movimiento consciente y la respiración, pero normalmente solo en el yoga se incluye una parte de meditación y relajación.
Para mí, son totalmente COMPLEMENTARIAS.
¿Qué pasa con las clases de Gugara? Que integramos todo y nos gusta llamarlas Pilates y Conciencia Corporal, pero realmente aúnan secuencias de Pilates, asanas (posturas) y respiraciones más propias de yoga y siempre hay, en cada sesión, tiempo para la conexión contigo mismo y con lo que te rodea a través de la respiración consciente y la meditación.
No sé si te habré aclarado algo o te he generado mayor confusión (si es así, lo siento), en todo caso te animo a probar. Creo que lo más interesante para decidirte por una de las dos es probarlas. En muchísimos centros te dan la posibilidad de probar de manera gratuita y luego tomar una decisión. Yo personalmente, buscaría unas sesiones que aúnen todo, por eso facilitamos las sesiones en Gugara desde esta filosofía.
Y tu ¿que crees que puede ir más contigo?
Muy bien explicados los matices que diferencian el pilates del yoga, sin duda muy extendidas en nuestros días con una gran capacidad de crecimiento y aceptación social. La conexión con uno mismo a través de la concentración en el yoga aprendiendo a vivir el momento presente me parece muy importante para alcanzar la paz espiritual que necesitamos todos.