Este mes de marzo he finalizado mi formación en Brainspotting y quería usar esta ventana para explicarte en que consiste esta técnica que me tiene enamorada.
Muchas de las personas que acuden a terapia (por no decir todas) hemos vivido alguna experiencia traumática. Esta experiencia traumática tiene cierta carga emocional o carga dolorosa, que limita nuestro sistema de funcionamiento, ya que de alguna manera, contiene todavía demasiada tristeza, dolor, rabia, miedo… En innumerables ocasiones, es muy difícil llegar a esta experiencia a través de la palabra, ya que el trauma se queda grabado en cuerpo y se expresa mayormente a través de él, mediante sensaciones corporales, emociones, imágenes…
Es importante tener claro que el trauma se registra en nuestra neurobiología de una manera enquistada. Es una experiencia que, por la intensidad del dolor o del terror… queda encapsulada en una parte del sistema y queda negada, queda de alguna forma separada del resto del sistema. No se puede procesar de una manera orgánica en el sistema por su intensidad.
El Brainspotting es una técnica de neuroprocesamiento, elaborada por David Grant, que descubrió como la posición ocular, era una manera de acceder a las redes neuronales donde está registrada la experiencia (todas las experiencias, las positivas como las más traumáticas).
Procedimiento del brainspotting
Con Braisnpotting, solicitamos al paciente que acceda a la experiencia que quiere trabajar, a través de notar como el pensar o hablar de esa experiencia se activa en su cuerpo (noto algo en la garganta o en el pecho, o en la cabeza…). Buscaremos cómo y donde está sintiendo esa experiencia en su cuerpo. Por ejemplo, si acude a consulta una mujer que quiere trabajar su parto traumático, le pediré que detecte como siente esa experiencia en su cuerpo. Que observe si al pensar en ella pasa algo en su cuerpo, que lo puede detectar como activación (por ejemplo, podría decir ella: “noto que se me hace un nudo en la boca del estómago”).
Posteriormente escanearemos el campo visual a través de un puntero para encontrar así, donde siente más esa activación en el cuerpo.
Una vez localizada la posición ocular donde la persona siente más y conecta más con esa experiencia y el punto de activación en el cuerpo, vamos a invitar a la persona a mantener, a sostener su mirada ahí donde está notando más la experiencia y vamos a invitarle a mantenerse en ese rol que llamamos de “el observador amoroso”.
Desde esta dimensión, dejamos que la persona permita que sus procesos internos vayan a donde quieran ir o le traigan lo que le quieran traer de una manera espontánea y natural. Para que esa experiencia pueda ir desvelando y revelando el contenido, la información que todavía contiene y retiene y que todavía no ha sido digerida, no ha sido procesada por el sistema. El terapeuta invita a simplemente acoger lo que quiera venir en el idioma del cuerpo, sensaciones, emociones, imágenes y esto produce un proceso de transformación y curación profundísimo.
Conclusión
A través de BSP podemos acceder a estas experiencias y dotarlas de un contenido actualizado, en este proceso es vital la relación terapéutica (terapeuta-paciente). El Brainspotting es un método relacional, en el que es imprescindible una sintonía dual paciente-terapeuta, pero a su vez es un método en el que creemos profundamente en la capacidad de autocuración del ser humano, del cerebro, del propio sistema del paciente.
Esto hace que los procesos de cambio, sean una redefinición que procede de la propia perspectiva del paciente. Aunque ofrecemos presencia elevada, confiamos en este proceso de auto sanación y ayudamos a que el paciente posea o habite su propia experiencia para que pueda darle una definición nueva, que es propiamente suya. Entendemos que el proceso es total y completo del paciente.
Si quieres saber más sobre Brainspotting solo tienes que preguntarme, estaré encantada en resolver tus dudas.
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