Ahora que empiezan las vacaciones, es un buen momento para parar y conectar con nosotros mismos. Adquirir ahora, esa habilidad de conectar con nuestro cuerpo, para poder utilizarla el resto del año.

Os quería trasladar una de las prácticas más sencillas y de mayor utilidad para mí. En la vida diaria realizamos miles de trayectos cortos a pie: de casa al trabajo, cuando salimos a tomar un café, cuando vamos a hacer alguna compra o el trayecto de casa al gimnasio. ¿Qué es lo que suele pasar en esos trayectos? Que llevamos el “piloto automático” conectado. Quiero decir que realizamos ese trayecto sin observar ni cuestionarnos el ritmo que llevamos. Simplemente seguimos con el ritmo que hemos adquirido en el trabajo, sin analizar si es necesaria esa velocidad, ese ritmo de respiración…

Ahora que empiezan las vacaciones, al iniciarlas seguimos con el ritmo que utilizamos al trabajar, por lo que te animo a que en tus pequeños trayectos, seas consciente de la velocidad que llevas y te preguntes: ¿Necesito realmente esta velocidad? ¿He decidido yo este ritmo o sigo en “piloto automático”? A su vez observa el ritmo de tu respiración. De manera amable observa si es un ritmo tranquilo o es un poco más rápido del necesario ahora que estás de vacaciones.

Te animo a probar, a observar tu cuerpo, a ver cómo tu respiración cambia cuando cambias tu velocidad. Empieza a observar los cambios físicos que experimentas y posteriormente observa tu estado de ánimo. Empieza por adquirir conciencia corporal y posteriormente compleméntala con conciencia emocional.

Yo lo practico a menudo y muchas veces me sorprendo. Un ratito que podría disfrutar de un recorrido pequeño y de un paseo tranquilo o por lo menos no acelerado, me observo y compruebo que voy mucho más rápido de lo que necesito, sigo con mi «piloto automático» conectado. Al principio me enfadaba, ahora incluso me hace un poco de gracia y agradezco el ser consciente de ello y poder regularme a mis necesidades reales en cada momento.

Es una pequeña práctica que si te acostumbras a realizarla en vacaciones, cuando vuelvas a la rutina y al ritmo de trabajo habitual, será mucho más fácil realizarlo conscientemente. Para tener una actitud Mindfull, la práctica es fundamental y estas prácticas informales son muy útiles.

Prueba y cuéntame aquí, en nuestro blog, qué es lo que te sorprende, qué cambios experimentas en ti…

Por favor síguenos y danos me gusta.
Ir al contenido