Sigo recordando a mis clientas lo importante que es contar la experiencia del parto, para poder integrar una experiencia tan brutal. ¡Cada día me enseñáis algo nuevo y me siento tan agradecida!

El otro día lo hablaba con una mujer en consulta y ella me transmitía que, a ella no le gustaba contar su parto, le parecían unas pesadas esas mujeres que se pasan el día hablando de sus partos, de sus dolores, de sus puntos… Yo insistí ¿Te importaría contarlo una vez más y que me lo contaras a mí, aquí en consulta, en este espacio en el que te sientes segura?

Hizo una narración extraordinaria, en la que le apoye a introducir la parte emocional (que suele ser la que no se cuenta), al acabar me dijo: “Nunca había contado mi parto así, nunca me había sentido tan liberada, ni tan autentica al narrar mi parto. Ha sido liberador”

Así que desde ahora cambiaré mi discurso y os comentaré que narréis vuestro parto cuando os sintáis seguras, acompañadas por alguien que os puede sostener de una manera amorosa, sin buscar nada concreto más que expresar tu vivencia, también la emocional.

A muchas mujeres no les gusta contar su parto, como os decía, porque no quieren ser una mujer pesada que cuenta su parto a todo el mundo, porque creen que era algo muy privado y no quieren compartirlo con todo el mundo. Pero muchas veces por las exigencias sociales y sus creencias, se sienten obligadas a contarlo y lo cuentan restándole importancia (como cuando te preguntan ¿Qué tal estas? Y contestas con un “Bien”, pero realmente no estas contando nada de ti).

Estas mujeres normalmente han tenido una experiencia de parto impactante, difícil de integrar y que nuestra sociedad en general no suele entender (“pero si él bebe está bien”), cada vez que cuentan su parto de esa manera, no se hacen ningún bien negando el impacto que este suceso ha tenido en ellas y en su vida. Están descontando su experiencia de parto.

En muchas ocasiones cuando negamos o ignoramos nuestras experiencias de parto como si no pasara nada, las mujeres acaban pagando un precio psicosomático, sufriendo posteriormente más y con más problemas corporales.

Así que recuerda es beneficioso ocuparte de estos sucesos que han generado un impacto en tu pasado, para en el futuro disfrutar de ti misma de forma absoluta y completa.

¿Tú también disminuyes el impacto o niegas el impacto que tu parto ha generado en ti al contarlo? ¿Cómo te sientes después? Me encantará leerte.

 

Por favor síguenos y danos me gusta.
Ir al contenido